El trabajo, especialmente cuando implica largas horas frente a un ordenador o tareas repetitivas, puede convertirse en una fuente de molestias y dolores físicos. Estos problemas, aunque comunes, no tienen por qué formar parte de tu rutina. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para mantenerte cómodo y saludable mientras trabajas.
Mantén una postura adecuada
Una postura correcta es clave para evitar dolores musculares y problemas a largo plazo.
- Ajusta tu silla: Asegúrate de que tus pies estén firmemente apoyados en el suelo y tus rodillas formen un ángulo de 90 grados.
- Monitorea la altura del escritorio: El teclado debe estar a la altura de tus codos, y la pantalla debe estar al nivel de tus ojos.
- Evita encorvarte: Utiliza un soporte lumbar si es necesario para mantener la curvatura natural de tu espalda.
Haz pausas activas
El cuerpo no está diseñado para permanecer en la misma posición durante largos periodos. Incorporar movimiento a tu jornada laboral puede marcar una gran diferencia.
- Establece alarmas: Cada hora, levántate y da un pequeño paseo o realiza estiramientos.
- Realiza ejercicios simples: Estira los brazos, las piernas y el cuello para aliviar la tensión acumulada.
- Incorpora herramientas ergonómicas: Como escritorios ajustables para trabajar de pie en ciertos momentos.
Cuida tus muñecas y manos
El uso continuo del teclado y el ratón puede causar molestias en muñecas y dedos. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
- Invierte en un teclado ergonómico: Reduce la tensión en tus manos y muñecas.
- Descansa tus manos: Haz pequeñas pausas y mueve los dedos para mejorar la circulación.
- Utiliza alfombrillas con soporte: Estas pueden prevenir lesiones como el síndrome del túnel carpiano.
Ilumina correctamente tu espacio de trabajo
Una mala iluminación puede causar fatiga visual y dolores de cabeza, que se suman a las molestias físicas.
- Ajusta la luz: Usa luz natural siempre que sea posible, y combina con iluminación artificial adecuada.
- Evita los reflejos: Coloca la pantalla de forma que la luz no se refleje directamente en ella.
- Configura la pantalla: Ajusta el brillo y el contraste para que sean cómodos para tus ojos.
Mantén una rutina saludable
El bienestar físico también depende de hábitos fuera del entorno laboral.
- Hidrátate: Bebe agua durante todo el día para mantener tus músculos y articulaciones en óptimas condiciones.
- Haz ejercicio regularmente: Fortalece tu cuerpo y reduce el riesgo de lesiones relacionadas con el trabajo.
- Duerme lo suficiente: Un descanso reparador es esencial para que tu cuerpo se recupere.