La artrosis cervical es un padecimiento bastante más común de lo que se piensa. Esta dolencia consiste en un proceso degenerativo del cartílago de las articulaciones cervicales, que acaban produciendo restricción de la movilidad y resistencia. Esta puede aparecer por vejez o por una carga no adecuada en el cuello. Y es que, aunque todas las articulaciones son potenciales afectadas de la artrosis, la cadera, manos y columna son probablemente los tipos más frecuentes.

CAUSAS

Las causas de la artrosis cervical pueden ser variadas y diferentes dependiendo del paciente, pero si bien es cierto que el estrés continuado o la sobrecarga son detonantes clave, estudios recientes demuestran que muchas de las personas que padecen artrosis ha podido desarrollarla por genética o por la presencia de ciertas hormonas que pueden presentar un impacto dañino para el cartílago. Por supuesto, el envejecimiento (mayores de 50 años) puede generar que los discos entre vértebras se tornen esponjosos reduciendo este espacio y creando complicaciones para aguantar peso y realizar algunos movimientos. 

 

Sin embargo, y a pesar de ser los más comunes, existen algunas causas más que pueden desencadenar en artrosis cervical: 

  • Malas posturas del cuello durante largos periodos de tiempo
  • Lesiones o algún tipo de traumatismo cervical pasado
  • Deportes o actividades que comprometan la salud del cuello
  • Trastornos del metabolismo
  • Desbalances musculares y óseos
  • Trabajos que conlleven movimientos bruscos de cuello o estrés en el mismo

También es importante señalar que la artritis puede resultar asintomática y ser descubierta por radiografías de la columna vertebral.

SÍNTOMAS 

En cuanto al tema de síntomas debemos tener en cuenta la situación de degradación para relativizar los síntomas. Lo más común es que cuando la artritis cervical se inicia no notemos nada y esta se considere asintomática aunque si esté teniendo consecuencias negativas para las articulaciones. Cuando esta enfermedad avanza, los síntomas pueden hacerse más evidentes como: 

  • Dolor de hombros, brazos o cabeza
  • Cuello doloroso, rígido o agarrotado
  • Complicaciones para mover el cuello
  • Cervicalgia

 

Si la artritis progresa, puede que los síntomas aumenten y se tornen un poco más graves como: 

  • Desequilibrio, mareo o vértigo
  • Entumecimiento de articulaciones
  • Sopor o adormecimiento de miembros superiores
  • Reducción de la fuerza articular

 

Desde HM Fisioterapia te instamos a que ante las causas que dan lugar esta artrosis, puedes realizar ejercicio, conservar una postura adecuada y estirar las articulaciones. Es vital revisar nuestra postura al dormir y mantener una alimentación apropiada y equilibrada. Si ya la padeces y te encuentras experimentando alguno de los síntomas, acude a HM Fisioterapia y te ayudaremos a frenar la artrosis. 

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